Por experiencia propia, os puedo decir que la adolescencia es una etapa dura pero importante de la vida. Eres muy mayor para hacer la mitad de las cosas y muy pequeño para la otra mitad. Una especie de transición entre ser un niño y un adulto. Para los que ya seáis o hayáis sido adolescentes, esto os será muy familiar:
-Te sentirás incomprendido. En ocasiones creerás que nadie te entiende y te frustrarás, pero no debes temer abrirte a tu familia y amigos.
-Querrás cambiar y créeme, lo harás: tu pelo, tu cuerpo, ese granito en medio de la frente… Pero recuerda que de esta etapa sacarás toda tu personalidad, así que sé fiel a ti misma. Qué importa cómo sean los demás, tú eres tú y eso nadie puede quitártelo jamás.
-Dudarás. Te preguntarás cosas que antes no tenían la menor importancia para ti. Quizás incluso te sientas traicionada por todo el mundo a tu alrededor, pero cerrarse en tu propio mundo no es la solución. A partir de ahora el diálogo será más importante que nunca.
-Pero sobre todo… vivirás: a partir de ahora comienza todo. Quizás te sientas inútil, innecesaria… pero créeme, no lo eres ni jamás lo serás. Y cuando pases por momentos duros en los que creas que no hay salida, recuerda: siempre, siempre las cosas mejorarán. Nunca hagas nada de lo que puedas arrepentirte, la vida es la cosa más maravillosa que jamás ha existido.